La luz cálida de las alhajas se refleja en el rostro de la joven serrana, realzando la belleza del momento antes del ritual del ofertorio, cuando el tiempo se detiene, y todo se cubre de una especie de ensoñación: el ensimismamiento se apodera de los rostros y de la vida.
Belleza áurea.
‘Tiempo de Ensoñación’ en Miranda del Castañar, Salamanca.
© 2018 Rosa Gómez
Antropología Visual Proyecto Salamanca
Categories: Ofertorios